Cuando comencé a leer la Tuneladora, tuve el presentimiento que iba
a ser un libro entretenido, ya que era una novela detectivesca y por lo tanto tendría
algún parecido con la obra de sir Arthur Conan Doyle, Sherlock Holmes. Al
culminar la obra, pude darme cuenta que estaba en lo cierto, la obra me había
mantenido enganchado desde el inicio hasta el final con la incógnita de la
ubicación de Andrés Olmedo. Por otra parte, me pareció muy interesante e
ingenioso que el autor haya creado una relación entre la obra y hechos históricos,
ya que esto ayuda a darle un toque mas realista al relato; un ejemplo claro es
las alucinaciones que tuvieron los diferentes personajes de la obra debido al
Agente Púrpura que se encontraba en el subsuelo, lo cual fue creado por los
alemanes para luego utilizarlo en la guerra civil española. Personalmente,
recomiendo totalmente esta obra no solo porque tiene un vocabulario de fácil
comprensión, sino que además te invita a pensar más allá de lo evidente y crear
tus propias hipótesis con respecto a la obra.
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